Charlotte la bella

Mi amiga Ana Conda me ha contado que la princesa de Europa ha cumplido 25 años, yo al principio no caí, pero enseguida me explicó que Europa sólo tiene una princesa, vamos que si la realeza tuviera que extinguirse sólo podría salvarse ella por una cuestión de principios.

La princesa de Europa, según Ana Conda, no es otra que Charlotte, nombre precioso y que en español hemos conseguido restarle algo de estilo monárquico, Carlota. La gran Carlota Casiraghi, hija de Carolina y nieta de Grace Kelly no podía ser otra cosa que lo que es estaba algo así como predestinada.

Carlota ha cumplido 25 años, la misma edad que tenía su madre cuando se casó. Los tiempos cambian y ahora la princesa de Europa no piensa en bodas sino en seguir con sus estudios de Filosofía y por supuesto en deslumbrar con su belleza. No hay nada peor que acudir a un acto acompañado por la bella Charlotte, a no ser que quieras pasar despercibido.

Dice Ana Conda que si fuera amiga de la princesa de Europa jamás la invitaría a su boda y tampoco a un entierro. Lo primero lo entendí por eso de que la novia debe ser la protagonista y con Charlotte de invitada es imposible, pero lo del entierro no me quedó claro. Aunque me lo imagino.

Yo después de esa breve conversación me quedé pensando en lo desgraciada que tiene que ser su hermana pequeña, nacida del matrimonio de Carolina con Ernesto de Hannover. La niña, no muy guapa y más bien tirando a rarita de cara debe odiar a su hermana, capaz de eclipsar  a cada paso que da.  Me imaginé por unos instantes lo infeliz que debe ser por no tener un solo gen de su abuela, medio de su madre o una cuarto de sus hermanos. Por erso estoy totalmente en desacuerdo con Ana Conda y es que si tuviese que existir un título de princesa de Europa, éste debería de ser para la adolescente Hannover, que sólo así podría conseguir acaparar atención si es que su hermana Charlotte no pasa por ahí en ese momento.