La telebasura no existe

Hay gente que se escandaliza por muy poco. Y otras que no lo hacen nunca. Los primeros hacen mucho más ruido, no es que sean más. Hace un tiempo vengo escuchando la misma cantinela. Personas que se escandalizan por un tipo de programas de televisión, denominados por ellos como telebasura.

Me aburre la gente que usa un término para menospreciar a otras personas, porque cuando se habla o se escribe de la telebasura, en realidad se desprestigia el trabajo de cientos de profesionales que han estudiado una carrera y que su oportunidad laboral en muchas ocasiones no ha sido una elección. Me parece tan respetable el redactor de “Sálvame” como el que cubre la información del Congreso de Los Diputados para un periódico de tirada nacional, igual de respetable.

Los enfrentamientos, las acusaciones de presuntos casos de corrupción, las filtraciones interesadas a periodistas se dan en los dos bandos pero pocos se escandalizan cuando los protagonistas son dos diputados o dos presidentes autonómicos o incluso dos miembros de un mismo partido. El lamento y las órdenes de que ardan en la hoguera solo nacen si los protagonistas han participado en un reality.

A mí me escandalizan otras cosas la verdad, como ver en la tele imágenes de ciudades en guerra, devastadas por las bombas que han caído sobre sus vecinos ; me escandaliza que se hable de la violencia de género como  si estuvieran hablando de la bolsa, con la misma normalidad; me escandaliza  ver a gente corrupta; me escandalizan las cifras de accidentes de tráfico y sobre todo me escandaliza la forma que tienen de hablar de la crisis. Eso sí es un escándalo pero sin embargo no me atrevería a llamarlo telebasura.

A pesar de que no aporta información ver cadáveres, a pesar de que contar con detalles cómo un hombre ha matado a su mujer no sirve de nada,  a pesar de que  ladrones y asesinos de menores  se pasean por los titulares de los informativos a cara descubierta y a pesar de que debería existir una norma en la prensa para no generar miedo con la crisis,  a pesar de todo eso, yo no utilizaría el término telebasura.

Partiendo de la base de que la televisión no forma sino informa y entretiene creo que ha llegado el momento de dejar claro que lo de telebasura ya ha quedado obsoleto. Ya no se puede criticar  a un programa en donde salga una novia de un torero contando cuántas veces hacían el amor en una noche, ya no vale decir que ese tipo de programas deberían de desaparecer, porque con ese mismo criterio todo puede ser englobado como telebasura. De hecho cada día alguien de mi entorno dice que ha dejado de ver los informativos, pero sin embargo nadie pide su supresión.

Así que creo que los que se escandalizan deberían revisar qué tipo de programas ven y qué tipo de prensa compran porque  a veces y en comparación,  las peleas en el plató de Sálvame son cosa de niños. La pornografía en la televisión no siempre está codificada y Sálvame no es el único título disponible, los hay que prefieren mirar a otro lado y afirmar con cierto orgullo que ellos no ven a Jorge Javier, como  si eso les librara de consumir porno televisivo