Almodóvar y la amistad

Dice Ana Conda que nunca ha tenido una amistad  que dure más de cinco años. Cree que hay que estar continuamente en renovación. Inmediatamente me puse a calcular hace cuánto la conozco y la cifra la he superado, lo que me hizo pensar dos cosas:  o que no me considera su verdadero amigo o que simplemente me ha mentido.

Esta declaración abierta del sentido de la amistad me hizo pensar sobre el grado de interés que hay en todo tipo de relación. Me vino inmediatamente a  la cabeza el director de cine Pedro Almodóvar y su ex musa Penélope Cruz. No sé qué tiene este hombre que a todas las que en alguna etapa de su vida fueron musas, amigas y confidentes, se convierten con el tiempo en sombras de fantasmas.

A Pedro una amistad le dura unas cuatro películas. Y de nuevo vuelve a iniciar otro ciclo de amor incondicional a otra “nueva amiga”. Parece que el turno ahora es de Elena Anaya, porque Pedro ya ha anunciado que prepara tres proyectos y que en los tres  solo piensa en Anaya como protagonista. A Penélope por ahora,  según sabe de buena mano Ana Conda, no la quiere ver ni en pintura.

Eso es cruel. No lo del director y sus musas, sino  el hecho de abandonar una amistad por otra. Tener un nuevo amigo es peor aún que cambiar de novio. Cuando una pareja se rompe  y uno de los dos inicia una nueva historia se entiende, porque hay necesidades que otra persona debe cubrir. Y no me refiero solo a pagar las facturas a medias. Pero lo que es incomprensible es que cambies a un amigo por otro.

Si un amigo es un tesoro, este tipo de personas deben de ser algo así como una especie de piratas , que solo disfrutan con el saqueo, con el hurto . Lo que ocurre es que aquí el botín es un ser vivo.  Y después de estar casi toda la noche sin dormir pensando en si Ana Conda me considera su amigo o no, tengo muy claro que no se puede cambiar a un amigo por otro, ni siquiera a un perro por otro. A no ser que seas Pedro Almódovar.