De perra a perra, ladrido

Publicado en por elincomodador

Últimamente lo único que veo a mi alrededor es a gente ladrando. Perras  que caminan sobre dos patas y llevan bolsos de Carolina Herrera.

Para ser más exactos y dejarme de tonterías, hay una perra a la que le tengo la guerra declarada. Una de esas que van meando para marcar su territorio y que en lugar de correa lleva un bolso enorme en su muñeca, como si no fuera más cómodo llevarlo al hombro. Yo le cambiaría el bolso por un bozal.

Cree tener pedigrí pero hasta eso lo ha falsificado. Su padre era un reconocido perro y ella más mestiza ha querido seguir manteniendo la categoría que nunca ha tenido.

Dicen que se conoce a la perrita por sus andares, pues tengo que decir que los de ella son muy fáciles de descifrar. Es una perra que parece dócil, de esas que siempre mueven la cola cuando llega su dueño a casa, de las que te miran con ternura. Pero ésta tiene un defecto, es capaz de morder la mano de su dueño, vamos del que le paga el pienso, ese que compra en el Corte Inglés.

Últimamente me estoy animando y puede que en breve desvele su identidad. Las perras de oficina deben ser reconocidas, porque en su camino profesional van de una perrera a otra y siempre hay otras mascotas que terminan padeciendo sus faltas de escrúpulos. Yo soy un buen incomodador, pero en el fondo tengo mis sentimientos y sólo por una cuestión de ética tendré que poner nombre y apellidos a tan singular can.

Guau. Guau. Ahora el que marca su terreno soy yo. Y meo mucho más que tú.

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M
<br /> Jajaja me parto, me doblo, me descoyunto....... Eres un fenómeno tío.<br /> <br /> <br />